No creo como Rolando Cantú que los que más perdamos con el caso Ordaz-Takaheshi seamos el público, en sí nadie perdió nada; acaso se cerraron un par de puertas. Un crítico de arte no puede ser artista pues no debe ser juez y parte, estamos en terrenos de la moral, de ahí que Frida Priego Vázquez quizá se haya cerrado una puerta si decide dedicarse por entero a la crítica del arte. Quizás Avelina Lésper pinta en sus ratos libres, pero... ¿se sujetará a sus parámetros sobre arte? En este caso Frida nos ha mostrado sólo una de sus premisas: si tomas algo no te olvides una ostensible alusión a la fuente.
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